viernes, 24 de noviembre de 2023

[Página 42] Reinos de Runeterra

El segundo asaltante la atacó por su lado expuesto y, aunque se giró para esquivarlo, el aura de frío estremecedor le robó el aliento. Junto a ella, vio la fiereza con que los otros dos, cuyas espadas brillaban debido a su técnica de escarcha, arremetían contra el viajero. 

Se movían usando su juego de piernas -un dominio decente, una forma sólida-, pero el uso de las armas de filo y las arriesgadas tácticas de ataques se desviaban de sus enseñanzas. Jing sintió un dolor aguda y amargo en el pecho. "¿Cuán lejos te has apartado del camino, hijo mio?"
Siguió parando y bloqueando, sintiendo que su arma se volvía más pesada y más lenta con cada ataque que la atravesaba con más frío. Junto a ella, sintió esquivar y evadirse al viajero, claramente consciente desde la primera parada de que detener los golpes con la espada minaría lentamente su energía y calor. Su mirada espiritual también te permitía ver cómo este extraía su propio poder y cómo el viento que lo rodeaba se agudizaba con cada movimiento. "Se está preparando para algo grande -comprendió Jing-. Más vale que acabe con esto yo misma - pensó-. No sea que me destroce media casa de té."

Espiró y cesó su visión espiritual. Seguidamente, inspiró y recurrió a su propia magia. Una hilera de cristales de hielo salió de ella haciendo espirales y se incrustaron en todas las superficies a un ritmo milagroso. La temperatura en el interior de la casa de té descendió de golpe. Con un giro, aferró su bastón con ambas manos cerca de un extremo. Oyó los pasos frenéticos de los asaltantes que cargaban con ella, intentando impedir que terminara su movimiento. 

"Inteligentes, pero demasiado lentos."

Jing hizo descender con fuerza su bastón contra el suelo. "Parad."

Desde el epicentro del ligar donde impactó el bastón, estallaron láminas de hielo con un rugido, envolviendo a todos y a todo frente a ella. Silencio. Quietud. 

Jing liberó el bastón del hielo. Volvió a posarlo en el suelo y se apoyó en él, recobrando el aliento. 

"M estoy volviendo vieja. Eso no debería haberme dejado sin aliento de este modo". 

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