Difunden dos productos muy tóxicos para nuestros corazones agujereados, corazones que se pasean sin rumbo fijo por esta casa: el primero es un vacío invisible, y el segundo son tus recuerdos de vida en esta casa. Los dos juntos te parten el alma.
La sombra de la puerta de tu habitación se ha extendido aún más. Invade todo el pasillo, casi nos vemos obligados a agacharnos cuando queremos ir al cuarto de baño. Si no te agachas, te enredas la sombra hasta la cara. La sombra te oprime fuerte la garganta y parece que va a asfixiarte. He visto a papá, a Lisa, al tío Fico, a todo el mundo pasar por ahí. Sin embargo, nadie dice nada.
Decido irme a la cama, me tomo el asomnífero y abro el primer libro que me dio el gigante. Parece un libro de magia en formato bolsillo. La cubierta es tan gruesa y rugosa como la corteza de un árbol. Lo manoseo tal y como me gusta hacer con mis libros fetiche. Le paso la palma de la mano por encima, lo abro, lo cierro, lo hojeo de manera acelerada con ayuda del pulgar, me detengo al azar en una página, leo un fragmento, saborear las palabras igual que si metieras el dedo en una salsa, y respirar el olor de papel totalmente nuevo o completamente viejo, y oler la cola que une las páginas.
El ruido que hago al hojear es ensordecedor. Es el sonido de la casa; ha cambiado.
La sombra de la puerta de tu habitación se ha extendido aún más. Invade todo el pasillo, casi nos vemos obligados a agacharnos cuando queremos ir al cuarto de baño. Si no te agachas, te enredas la sombra hasta la cara. La sombra te oprime fuerte la garganta y parece que va a asfixiarte. He visto a papá, a Lisa, al tío Fico, a todo el mundo pasar por ahí. Sin embargo, nadie dice nada.
Decido irme a la cama, me tomo el asomnífero y abro el primer libro que me dio el gigante. Parece un libro de magia en formato bolsillo. La cubierta es tan gruesa y rugosa como la corteza de un árbol. Lo manoseo tal y como me gusta hacer con mis libros fetiche. Le paso la palma de la mano por encima, lo abro, lo cierro, lo hojeo de manera acelerada con ayuda del pulgar, me detengo al azar en una página, leo un fragmento, saborear las palabras igual que si metieras el dedo en una salsa, y respirar el olor de papel totalmente nuevo o completamente viejo, y oler la cola que une las páginas.
El ruido que hago al hojear es ensordecedor. Es el sonido de la casa; ha cambiado.
Hola!
ResponderEliminarEste libro lo lei hace un año y me parecio muy interesante, me gusta esta parte, es tan melancolica, gracias por compartirla c:
Saludos :3
Buenas! :)
EliminarSí, es una parte que me interesó mucho por la forma en que lo contaba y cómo veía a los demás. Gracias a ti por pasarte n.n
Un beso.
No he tenido el placer de leer este libro, pero me encantaría :D
ResponderEliminarHola n.n
EliminarEs un libro que me gustó bastante y además se lee rápido, cuando tengas un tiempo deberías leerlo, es muy bueno para desconectar por ese aire de fantasía que tiene.
Besos.
Lo tengo en la estantería, espero leerlo pronto
ResponderEliminar¡besines!
¡Buenas!
EliminarSeguro que lo cogerás en un día tonto en el que no sabes que hacer y te lo terminarás en nada XD
Saludos :3
Ya me he leído dos libros de Mathias Malzieu y todavía no me cala mucho este autor, no digo que sean malos pero...le falta algo. Por cierto, tienes un regalo en mi blog: http://oceanodelibros.blogspot.com/2014/05/book-tag-1.html
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!
EliminarBueno, es bastante peculiar el autor, además hay veces que si es verdad que sientes que le falta cuerpo a alguna escena o no pillas muy bien lo que ha querido decirte, pero a mí personalmente me ha gustado bastante hasta ahora.
¡Muchísimas gracias por nominarnos! La verdad es que me hace mucha ilusión :)
Un beso.