Autor: Andrea Tomé
Páginas: 422
Título original: El valle oscuro
Editorial: Neo
OKINAWA, JAPÓN, SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Momoko Akiyama es la temperamental hija de un matrimonio de intelectuales para la que la guerra siempre ha sido una molestia lejana. Sus únicas preocupaciones son, por orden de aparición: los disidentes políticos que llegan a su casa de noche y se van de noche, las escapadas de su hermano Takuma los miércoles de madrugada y el acoso escolar. Jun Kobayashi, la hija del sepulturero, es violentamente tímida y a duras penas puede pronunciar una frase sin tartamudear…, un opuesto casi perfecto de la fanfarrona Momoko. Pero, para bien o para mal, son las personas más importantes en la vida de la otra, y todo lo que creían de su mundo pronto cambiará para siempre. Con una carta de alistamiento. Con una mentira. Con una traición. Con un hombre escondido en un arcón. Con la guerra llamando a sus puertas.
Podía construirme una casita en su risa y quedarme a vivir allí.
El valle oscuro nos cuenta la historia de Momoko, una chica que vive en Naha, Okinawa, Japón en la época de la Segunda Guerra Mundial. Aunque esto, aún le pilla un poco lejos al inicio de nuestra aventura.
Es una chica tranquila, de buena familia, a la que el pobre abuso escolar no la deja en paz. Sin embargo, encontrara un lugar en el que ser ella misma, y es junto a su gran amiga Jun Kobayashi, la hija tartamuda de un sepulturero.
Y hasta ahí parece todo bien, pero a medida que avanzas por sus páginas de lectura sencilla y gramática de a pie, será imposible despegarse de la cruda realidad que en ellas se representa.
Sorpresa, decepción, ilusión, los primeros amores, los últimos besos, las cartas de despedida, y las palabras de reencuentro son alguna de las cosas que no podremos esquivar en esta historia.
Porque, inevitablemente, sabemos por la historia que las tropas Americanas llegaran a Japón, y con ellas las desgracias.
Las verdades se resignan a salir en el periodo de tiempo entre las doce de la noche y las tres de la madrugada.
Sobres rojos, sobres blancos y sobres plateados comenzarán a circular entre los ciudadanos. Familias rotas, niños soldado y enfermeras novatas llenarán el país, y con ellas los secretos, la lucha por la supervivencia e, inevitablemente, la muerte.
Andrea, nuestra escritora, ha sabido representar fielmente el dolor de aquella época vividas, y los pequeños haces de luz que siempre se esconden en la oscuridad. Ha conseguido que empaticemos tanto con sus personajes, que sus dolores serán los nuestros y celebraremos cada una de sus victorias.
Sin duda una gran historia que nos dejara con el corazón encogido y las lagrimas en el rostro en más de una ocasión.
Ser mujer siempre había sido algo que me dejaba un regusto amargo en el paladar.
Personajes:
Creo que desde el primer momento, cuando empiezan a describirte a los personajes, sabe que vas a enamorarte de ellos.
Están muy bien construidos, y gracias a sus capítulos escritos desde cada uno de ellos, podrás adentrarte sin problema en la mente de todos. Podrás ver sus acciones, pero también qué los ha llevado a ello.
Su lado bueno, su lado malo, su lado más humano... En general son muy mundanos. Acabas con la sensación de haberlos conocido como a un amigo más o a un vecino de toda la vida.
Ritmo.
Esta novela mantiene muy buen ritmo desde el comienzo. Siempre hay algo que contar, siempre hay algo que nos llamará la atención y que nos mantendrá enganchados a la lectura. Además, cabe destacar que sus capítulos no tienen mucha longitud, lo que creo que siempre ayuda. Lo típico de "uno más y lo dejo" y así sucesivamente.
Pluma.
Muy ligera. La verdad es que se hace muy amena, y forma parte sin duda de el gancho de esta escritora. Además usa un vocabulario sencillo, que facilita mucho todo.
Puntuación
5/5
¡Hola! ^^
ResponderEliminarEs un libro que me llamó la atención nada más verlo por su preciosa portada, pero la verdad es que la historia suena muy interesante. Me interesa mucho :)
Besos!
Hola!
ResponderEliminarY seguro que no he podido hacerle justicia. Tiene una trama preciosa, a mi me ha encantado.
Nos leemos!