Alan suspiró y miró hacia el lóbrego techo que tantas noches
y mañanas contemplaba, dejando pasar las horas, presa de su imaginación.
-Supongo –expresó cabizbajo.
-Seguro que guardas algo dentro de esa cabecita de escritor
lunático.
-Me parece que aquí el más lunático eres tú.
-Puede – rió Jack entre dientes -, pero yo por lo menos no
me vengo abajo por este tipo de
situaciones. Si el mundo me da la espalda, le
doy por el culo y si me atosiga o me
jode, simplemente lo muerdo como una manzana. Tú, en cambio, te dejas llevar y
encajas estos golpes con muecas depresivas. Pobrecito- dijo con sorna mientras
se restregaba los párpados como un bebé a punto de sollozar.
-Jack, a ti no te irán las palabras ñoñas pero a mí, aunque
no lo creas, esos gestos de burla me la su…me resbalan.
-¿Qué ibas a decir, que te la sudan? ¡Joder, sí! Eso es lo
que quería escuchar. Revuélvete de una puñetera vez – Jack se excitó con
aquellas palabras.
-Solo ha sido un lapsus, ya sabes que no me expreso así.
-Y una mierda, aunque digas lo contrario, todo esto te tiene
hasta las narices, igual que a mí.. ¡Uy!, perdón, he querido decir: hasta los
cojones. Así que lo normal es que desees estallar como una maldita bomba, y al
carajo el que pille la onda expansiva. Qué alivio, ya empezaba a creer que
tenía por compañero a un invertido.
-¿Invertido? – se volvió Alan.
-Un maricón, un bujarra, un sarasa… so incrédulo.
Escribes tu ? Genial me encanto <3
ResponderEliminarBesos
No no jejeje es la pagina 42 del libro del titulo
EliminarMuy bueno, me gusto!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara :3
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