-Feli, ¿podemos ir al acantilado? - preguntó.
-Lo siento, tesoro, pero ya conoces la normas, no podemos salir del pueblo.-¡Por favooor! Es un día sereno. ¿No ves? Luce el sol. Sol, sol, sol, sol por todas partes, ni una nubecilla. El enemigo nunca ha atacado de día. y jamás de los j amases con sol. Por favor...No tardamos nada, solo ir y volver. Vamos, vemos una, o bueno, tres, tres olas y volvemos a casa, ¿eh? ¿Vamos?
Me dolía el corazón al verla suplicar así. En parte tenía razón: el espectáculo tenía que ser estrepitosamente, y la verdad era que el Terrible 21 nunca había atacado antes de que se pusiera el sol. Cierto, pero el Mal es imprevisible.En siglos anteriores, había tacado el valle muchas veces y siempre había raptado a mágicos de la Oscuridad para hacerlos aliados suyos. El 21 de junio de aquel años había intentado raptar a Pervinca, que era una bruja de la Oscuridad, pero tan joven que no habría podido ser una aliada valiosa. No contento con eso, inmediatamente después se había cebado con Vainilla, ¡una bruja de la Luz! Había sido el primero de una serie de cambios en su modo de actuar que habían inducido a Tomelilla a pensar que se trataba de un enemigo nuevo.
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