Hoy ha venido ha pasar un ratito con nosotros a La estantería olvidada NICHOLAS AVEDON, autor de libros como "Un reino feliz", "Histerias ficticias" o "11,4 sueños luz".
Me gustaría antes de nada agradecerle la confianza en mi para leer y opinar sobre su libro.
Y ahora sí, aquí os dejo algunas preguntillas para saber más sobre él y sobre sus páginas.
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-Muchos no lo sabrán, pero Nicholas Avedon es un pseudónimo. ¿Podrías contarnos algo más de esta decisión?
Sí, Avedon es pseudónimo. Gracias a él puedo escribir con libertad, sin relacionar mi vida profesional con la literaria. Aunque escribo novela negra, en todas mis historias hay un trasfondo distópico, mucha crítica social y una tendencia crítica contra el mundo corporativo, en mis novelas de ciencia ficción esto se traduce en ciberpunk y en mis novelas de suspense, siempre hay como telón de fondo un mundo empresarial que de algún modo tiene una gran relevancia. Además, en mis novelas siempre hay historias de amor poco convencionales, lo que incluye sexo, emociones fuertes, conductas delictivas, drogas y gente con muchos problemas interiores. Podría decirse que todo este universo creativo es incompatible con mi yo real.
Sobre la elección del nombre, siempre me ha gustado mucho la fotografía y el cine. En mi primera novela, Ariel de Santos, es un descendiente futurista de los artistas del objetivo y la luz de mediados de siglo XX. La elección de ese apellido es un tributo a ellos, en concreto a Richard Avedon.
-Cuando hablas de autores que te han marcado, mencionas nombres como Bukowski, Irving o Updike. ¿Quién dirías que es tu autor favorito de todos los tiempos?
No puedo tener un autor favorito. En cada época de mi vida elijo uno. En cada momento vital te llega mucho más uno que otro. Si me preguntaras ahora, te diría que soy más de Huxley porque estoy leyendo "La isla" y "Un mundo feliz" siempre ha tenido una gran influencia en mí. Si me preguntas mañana, cuando relea “Sumisión” de Houllebecq y me ponga a leer lo que tengo pendiente de él, te diré que él, porque estoy en un momento vital muy cercano a él, cosa que con veinte años no pasaba. Hace veinte años te hubiera dicho Asimov, pero hoy día estoy en las antípodas. Hay clásicos que se me han quedado atornillados al cerebro, como Tolstói, pero realmente no te puedo citar uno. Es imposible elegir, no somos estáticos, cambiamos, evolucionamos.
-¿Cómo te iniciaste en la escritura? ¿Fue algo que surgió repentinamente, o ha crecido contigo?
Comencé en la adolescencia, muy ligado a los juegos de rol, los videojuegos y el manga. No te vayas a creer que leía clásicos en aquella época. Lo más lejos que fui en la literatura fue Frederik Pohl que era uno de los "duros" de la época de la ciencia ficción dorada.
Cuando empecé mi existencia laboral, lo dejé en espera durante un largo período de tiempo, pero a cambio comencé a leer otro tipo de literatura. A partir del año 2015, arranqué la escritura de nuevo y publiqué "11,4 sueños luz", una novela negra en torno a un París futurista, todo muy ciberpunk, es decir, ciencia ficción.
Siempre he tenido mucha imaginación, y las historias que escribo son una manera de vivir otras vidas y compartirlas con los demás. También escribo para liberar mis emociones. En todas mis historias hay personajes que sufren, aman y buscan un mundo mejor. Escribo porque no podría vivir sin hacerlo.
-Si solo pudieras salvar 1 de tus obras, ¿cuál sería y por qué?
"Un reino feliz", es la novela que más me ha costado. Parte del personaje me envenenó y puedo decir que sin duda es la novela donde más me he dejado la piel.
Siempre digo que es mi mejor novela, y la novela que menos gusta al público general. Quizás sea porque es áspera, dura y muy oscura. Las distopías suelen ser ásperas y grises. "Un reino feliz" es una novela negra, muy negra, con un final espantoso (e inesperado).
La mayoría de gente lee para divertirse, y esta es una novela que hace reflexionar. No obstante, a quienes les gustan los thrillers psicológicos, acaban enganchados. Por otro lado, no se suele encontrar prosa poética en una novela negra, y la mía tiene pasajes que despistan por eso mismo. No tiene un ritmo de thriller, sino más bien de una novela clásica, lo que también puede hacerla más difícil para algunos lectores.
Otras novelas mías como "11,4 sueños luz" tienen mucha mejor aceptación, pero insisto, “Un reino feliz” es mi mejor novela, con diferencia.
-¿Alguna anécdota interesante en una de tus sesiones de escritura?
Suelo escribir en cafeterías cuando saco al menos una hora para dedicarme solo a eso: me escapo de una reunión, o en un viaje, mientras espero un avión, o tengo un hueco por la tarde antes de cenar con alguien. Siempre en sitios públicos, me gusta ese ruido civilizado de algunas cafeterías con buen ambiente. Me ayuda a aislarme. Algunas de mis escenas han surgido de esos procesos, he inspirado algún personaje e incluso he cogido frases o ideas de las conversaciones que he podido captar en ese momento.
Y ahora centrémonos un poco más en la novela. -------------------------------------------------------------
-Cuando hablamos me comentaste que hubo un cambio de portada. ¿Puedes decirnos algo más sobre ese cambio?
Publiqué con la editorial Adarve originalmente en 2022. Hicieron un buen trabajo de maquetación y de corrección así como de distribución en papel, pero la distribución en formato eBook creo que se podía mejorar así que me publiqué por mi lado, en paralelo y encargué una nueva portada, que creo que refleja mejor el contenido de la novela, además de darle un aire un poco más "retro".
Las dos versiones se pueden comprar en papel, pero en ebook solo mi versión. El contenido es prácticamente el mismo.
-¿Por qué Sevilla? (Sé que puede ser una pregunta simple, pero como sevillana tengo la obligación de preguntar)
Como imaginarás, hay mucho de mí mismo en algunos detalles. Yo trabajé de consultor en un proyecto en Sevilla hace muchos años y para mí ir a Sevilla estaba relacionado con un lugar al que había que ir a sufrir a pesar de que alrededor había mucho donde disfrutar, pero de alguna forma me resultaba inalcanzable.
-¿Cuál dirías que fue la parte más sencilla de escribir y cuál la más complicada?
La más sencilla fue escribir, corregir la más tortuosa.
-¿Cómo se te ocurrió lo de los billetes del bar?
Es una anécdota real, me pasó en un bar de carretera en California, hace más de veinte años (perdí la apuesta también).
-¿Sueles tener algún método para elegir el nombre de tus personajes, o es algo que surge un día cualquiera?
El nombre aparece solo, solo has de tener paciencia. A menudo uso un nombre temporal, hasta que el nombre definitivo sale de pronto y sabes que no podía ser de otra manera.
-Y por último, como dice Lucía, ¿Qué sientes al volver a leer lo que escribiste?
Intento no volver a leerlo. ¿Te sorprenderías mucho si te digo que no recuerdo las tramas en detalle de lo que escribí hace más de cinco años?, mi segunda novela, "Lágrimas negras de Brin" es muy compleja y son muchas páginas (mas de 500), así que ni quiero, ni me gustaría volver a leerla, tengo otros proyectos en mente y otras novelas interesantes pendientes de leer (de hecho, varios cientos)
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